TIEMPO: 30 min. | CALORÍAS: 350 | DIFICULTAD: Media
TIPO DE COCINA: Francesa | TIPO DE PLATO: Postre
Origen e Historia
El Pain Perdu, conocido en español como Pan Perdido, tiene sus raíces en la cocina europea, específicamente en Francia. Esta deliciosa preparación encuentra su origen en la necesidad de aprovechar el pan que no se había consumido el día anterior, evitando así desperdiciar comida. A lo largo del tiempo, se ha convertido en un exquisito postre o merienda que sobrevive en la gastronomía francesa y ha conquistado paladares alrededor del mundo.
Ingredientes
- 4 rebanadas de pan de molde (preferentemente del día anterior)
- 2 huevos grandes
- 1 taza de leche entera
- 2 cucharadas de azúcar granulada
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Una pizca de canela en polvo
- Mantequilla para freír
- Azúcar glass para decorar (opcional)
Preparación
- En un bol grande, batir los huevos, la leche, el azúcar, la esencia de vainilla y la canela hasta que esté bien mezclado.
- Calentar una sartén a fuego medio y añadir un poco de mantequilla.
- Sumergir cada rebanada de pan en la mezcla anterior, asegurándose de que se empape bien por ambos lados.
- Freír las rebanadas empapadas en la sartén caliente, cocinándolas por unos 2-3 minutos por cada lado o hasta que estén doradas y crujientes.
- Servir caliente, espolvoreado con azúcar glass si se desea.
Alergias
Intolerancias: lácteos, huevos, gluten
Resumen
El Pain Perdu (Pan Perdido) es una receta que, además de ser deliciosa, aprovecha alimentos que de otra manera podrían desaprovecharse, tales como el pan del día anterior. Es una opción relativamente sencilla de preparar que aporta energía gracias a sus componentes básicos como el pan y los huevos. No obstante, es importante considerar su contenido de azúcar y ser moderados en su consumo dentro de una dieta equilibrada.
Para facilitarte la vida
Para hacer esta receta aún más sencilla, puedes preparar la mezcla de huevo la noche anterior y dejarla en la nevera. Así, por la mañana, solo tendrás que empapar el pan y freírlo, ahorrando tiempo en la preparación de un desayuno o merienda delicioso y reconfortante.