TIEMPO: 60 min | CALORÍAS: 450 calorías por persona | DIFICULTAD: Media
TIPO DE COCINA: Peruana | TIPO DE PLATO: Postre
Suspiro Limeño
América > Perú > Lima
ORIGEN E HISTORIA
El Suspiro Limeño es un postre tradicional de la cocina peruana, específicamente de la región de Lima. Su creación se remonta al siglo XIX y es un ícono de la repostería nacional. Según la leyenda, fue bautizado por el poeta José Gálvez, quien al probarlo, indicó que comer ese dulce era como «suspirar». Se caracteriza por su suavidad y dulzura, además de la combinación de manjar blanco, también conocido como dulce de leche, y merengue italiano decorado con canela.
INGREDIENTES
- 1 lata de leche condensada
- 1 lata de leche evaporada
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharadita de vainilla
- 3 claras de huevo
- 200 gr de azúcar granulada
- 1/4 de taza de agua
- 1 rama de canela para decorar
PREPARACIÓN
- En una olla colocar la leche condensada junto a la leche evaporada y cocinar a fuego medio.
- Revolver constantemente hasta que la mezcla se espese y adquiera un color tostado; esto puede tomar aproximadamente 20 minutos.
- Retirar la olla del fuego y añadir las yemas de huevo previamente batidas y la vainilla. Mezclar rápidamente para incorporar bien.
- Verter la mezcla en dos recipientes individuales y dejar enfriar a temperatura ambiente.
- Para el merengue, colocar el azúcar con el agua en una olla pequeña y llevar a hervir hasta formar un almíbar a punto de bola blanda.
- Batir las claras a punto de nieve e, ir añadiendo lentamente el almíbar sin dejar de batir hasta obtener un merengue firme y brillante.
- Cubrir el manjar blanco con el merengue y decorar cada porción con canela espolvoreada.
- Refrigerar antes de servir para que tome consistencia.
ALERGIAS
Este postre contiene huevo y lactosa, por lo que es importante considerar estas alergias o intolerancias alimentarias antes de su consumo.
RESUMEN
El Suspiro Limeño es rico en calcio gracias a la leche, además aporta proteínas por el contenido de huevo. Aunque es un postre con un alto contenido calórico debido al azúcar y la leche condensada, es un disfrute para el paladar que, consumido con moderación, puede formar parte de una dieta equilibrada, siendo una opción ideal para ocasiones especiales o como indulgencia gastronómica.